• La concejala Montserrat Muro se ha referido a la especialmente “difícil situación” de mujeres a las que el confinamiento ha obligado a convivir con alguien que les daña, al tiempo que ha valorado nuevos sistemas para que éstas pudieran denunciar, como la App ALERTCOPS.

• Igualmente, ha mostrado la “más enérgica repulsa” por el asesinato machista en la localidad ciudadrealeña de Villarrubia de los Ojos, remarcado que “esta violencia sí tiene género”.

Talavera de la Reina, 30 de diciembre de 2020.- La alcaldesa de Talavera, Tita García Élez, ha asistido al minuto de silencio que cada mes visibiliza la lucha del Ayuntamiento contra la violencia de género; acto que se ha celebrado en la Puerta Noble del Consistorio y que ha contado con concejales y concejalas del equipo de Gobierno y del resto de la Corporación municipal, así como miembros de la Policía Local, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Centro de la Mujer y asociaciones.

La concejala de Ciudadanía e Imagen Sostenible de Ciudad, Montserrat Muro, ha sido la encargada de pronunciar el discurso en este mes de diciembre con el título ‘El amor no duele’. La edil ha señalado que “no creáis que estas mujeres, niños y niñas son más débiles. Al contrario, son fuertes, muy fuertes; y lo demuestran diariamente conviviendo con alguien que les daña. Sin embargo, existe una premisa bien cierta: el amor no duele. Si este ocurre, recuerda: no estás sola. En todo momento, estamos contigo para ofreceros nuestra ayuda”. 

Del mismo modo, Muro se ha referido a un “año raro, diferente”, en el que a todos se nos ha exigido un esfuerzo de adaptación para varias nuestras costumbres, en el que el dolor ha irrumpido en nuestras vidas de una manera global, un año en el que la incertidumbre, los miedos e inseguridades han teñido nuestras existencias.

Respecto a las víctimas de la violencia de género, ha dicho que “han tenido que lidiar con la situación del encierro en el domicilio con su agresor. Paradójico, ¿verdad? La violencia de género y la pandemia de la Covid se superponen y se hacen más fuertes juntas. La primera necesita socialización, compañía y ayuda presencial para ser superada, y la segunda corre en el camino contrario: impone cierres, restricciones y confinamientos dentro de las casas”.